Soy hijo de Buenos Aires,
por apodo "El porteñito",
el criollo más compadrito
que en esta tierra nació.
Cuando un tango en la vigüela
rasguea algún compañero
no hay nadie en el mundo entero
que baile mejor que yo.
No hay ninguno que me iguale
para enamorar mujeres,
puro hablar de pareceres,
puro filo y nada más.
Y al hacerle la encarada
la fileo de cuerpo entero
asegurando el puchero
con el vento que dará.
Soy el terror del malevaje
cuando en un baile me meto,
porque a ninguno respeto
de los que hay en la reunión.
Y si alguno se retoba
y viene haciéndose el guapo
lo mando de un castañazo
a buscar quien lo engrupió.
Cuando el vento ya escasea
le formo un cuento a mi china
que es la paica más ladina
que pisó el barrio del sur.
Y como caído del cielo
entra el níquel al bolsillo
y al compás de un organillo
bailo el tango a su "salú".
Ángel Villoldo, 1903.
El ganador
Sabés que soy,
el ganador. Sabés que soy, el ganador.
No te me quieras retobar,
porque igual te voy a ganar,
no ves lo lindo que soy,
a mí me llaman el ganador.
Soy, el ganador,
Yo soy, el ganador,
No te me quieras retobar,
Porque igual te voy a ganar,
No ves lo lindo que soy,
A mí me llaman el ganador.
Sabes que soy, el ganador
Pablo Lescano, Damas Gratis, 2002
Mano A Mano
Rechiflao en mi tristeza, hoy te evoco y veo que has sido
en mi pobre vida paria sólo una buena mujer
tu presencia de bacana puso calor en mi nido
fuiste buena, consecuente, y yo sé que me has querido
como no quisiste a nadie, como no podrás querer.
Se dio el juego de remanye cuando vos, pobre percanta,
gambeteabas la pobreza en la casa de pensión:
hoy sos toda una bacana, la vida te ríe y canta,
los morlacos del otario los tirás a la marchanta
como juega el gato maula con el misero ratón.
Hoy tenés el mate lleno de infelices ilusiones
te engrupieron los otarios, las amigas, el gavión
la milonga entre magnates con sus locas tentaciones
donde triunfan y claudican milongueras pretensiones
se te ha entrado muy adentro en el pobre corazón.
Nada debo agradecerte, mano a mano hemos quedado,
no me importa lo que has hecho, lo que hacés ni lo que harás;
los favores recibidos creo habértelos pagado
y si alguna deuda chica sin querer se había olvidado
en la cuenta del otario que tenés se la cargás.
Mientras tanto, que tus triunfos, pobres triunfos pasajeros,
sean una larga fila de riquezas y placer;
que el bacán que te acamala tenga pesos duraderos
que te abrás en las paradas con cafishios milongueros
y que digan los muchachos: “Es una buena mujer”.
Y mañana cuando seas descolado mueble viejo
y no tengas esperanzas en el pobre corazón
si precisás una ayuda, si te hace falta un consejo
acordate de este amigo que ha de jugarse el pellejo
p’ayudarte en lo que pueda cuando llegue la ocasión.
Celedonio Flores, 1918.
Copa Rota
si me siento en este bar
es porq quiero olvidar
q la ame con iluciones
por eso q al tomar
en cada copa se va parte de mi corazon
si la cruzan por hay no le digan
q yo aqui fumo por mi soledad
digalen q soy feliz q ami nunca me va mal
q hoy me pude rescatar
moso sirvame otro copa
que esta risa loca no quiero vajar y
a ella q se cree sos diosa
juro por mi vida la voy a olvidar
si me siento en este bares porq quiero olvidar
q la ame con iluciones por eso q al tomar
en cada copa se va parte de mi corazon
si la cruzan por hay no le digan
q es aqui fumo por mi soledad
digalen q soy feliz q ami nunca me va mal
q hoy me podre rescatar
moso sirvame otro copa
que esta risa loca no quiero vajar
y a ella q se cree sos diosa
juro por mi vida la voy a olvidar
Pibes Chorros, 2007
Nota: Tanto en las letras de Villoldo y Flores, como en las de Damas Gratis y Pibes Chorros mantuve los textos tal como aparecen en las fuentes (www.musica.com y http://www.abctango.com/), sin modificar, en consecuencia, ortografía ni puntuación para adecuarlas a la normativa.